Dime tú, verdad, dónde se guardan
la prosa y el clavel
para ser pero no estar.
¡Piensa si creyendo me dominas,
cree que pensando me devoras!
Flota suave en el estanque
de las frases que no hablan y
deja que un corazón busque
más allá de donde siente.
¡Piensa por qué muere
el brote débil sin nacer!
Búscame y grita que no
me has abandonado.
Y si te ibas, vuelve pronto,
que sin ti vivo y no lloro.
Nina Leonova